10 jun 2013

Nuevos amigos convertidos en familia

Llegamos a un país distinto, a miles de km de nuestra casa, nuestra familia, nuestros amigos y cualquier otra cosa conocida. Entramos en la casa de una familia, con sus hábitos, normas, horarios, creencias... En un país desconocido, con su diferente cultura, comida, tradiciones, idioma... La gente también es distinta, sus creencias, puntos de vista, personalidades, formas de actuar, de vivir la vida...


Entramos de cabeza y sin flotador en un nuevo estilo de vida, distinto, desconocido y sin nadie de nuestra mano.


Una de las facilidades de ser aupair, es que hacemos reuniones mensuales con nuestra directora de área y el resto de aupair que viven en los alrededores. De este modo empiezas a conocer gente, gente de todo el mundo que está en la misma situación que tú.

Empiezas a salir con gente y finalmente encuentras a las personas con quien encajas. Un día sales a tomar café con ellas, otro día una cervecita, a comer, a cenar, a comprar, de turismo.. hasta que finalmente se convierten en tu familia. Son las personas con quien compartes cada momento, cada emoción, cada pena, queja, sonrisa, cada historia... Es con ellas con quien vives esta ¡increíble aventura!. 

A partir de ahí vas conociendo a más gente; en clase, en bares, en el tren, en la calle, amigos de amigos... y te vas sintiendo mejor día a día, más como en casa. Tienes a gente con quién conversar, con quien compartir tu tiempo libre, tus aficiones, tus cotilleos, y todo va siendo mejor que esas semanas en las que casi no salias de casa por que no tenías con quien salir.


Sí, definitivamente esto es lo mejor del camino; las personas con las que compartes tu aventura. Con las que te ríes y las que se ríen de ti. Las que te ayudan, te escuchan y te aconsejan. 
Esas que te dan un abrazo cuando lo necesitas, y cuando no también.

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